Intuición
Cósmica
Día difícil para arrancar.
Pasé “Mala Noche“por varios motivos,
desanimada y triste. Queriendo remontar algo, que a veces se hace muy pesado.
Me rindo por un momento, minutos, horas.
Hay Paro Nacional, igual cumplo con mis
responsabilidades laborales, nunca pensé que este trabajo sería muchas veces
una vía de escape o cable a tierra. El ambiente es muy bueno, hay buena vibra y
la pasamos bien.
Vuelta a casa…… Y ahora qué? Qué me
depararan las siguientes horas… A veces muy largas, el día se torna
interminable.
Insisto. No puedo bajar los brazos, No
puedo!. No ahora, es mi esencia. Y vuelvo a la carga, lo consigo! Salimos para
el Paseo Mendoza, la excusa: Tomar la merienda, pero justo enfrente de esa casa
de té está el local “Tesoros de la Naturaleza” y entramos los dos, dispuestos a
encontrar lo que allí nos espera. Cada uno por su lado, como poseídos por esa
vibración, nos lanzamos a la búsqueda y al encuentro.
Concentrada en un pedido para la mamá de
una amiga, recuerdo haber anotado unos Cristales que necesitaba, pero no traje
el machete. Y ahora? Recuerdo solo una… “Serafina”, la tienen!! BINGO !
Recuerdo otra, “Chaorita”, no la leí, sé que siempre está con la “Sugilita”,
pero esa no la tienen. La “ Chaorita” es violeta y negra, hermosa, la separo.
Mientras tanto él, busca las suyas y su
presencia me guía, me inspira, un gran maestro en esta vida.
Juntamos todos los cristales elegidos en
el mostrador, y ahí es cuando veo un búho, clarísimo! La piedra es un fósil,
hermosa para colgar, ahí nomás me lo pongo con un colgante finito, me queda
divino. Salimos con la atención exquisita de su dueña, que tiene una muy linda
energía.
Cruzamos enfrente a tomar ese rico Té
exótico con tostadas y el abundante café, mientras los esperamos vuelvo a
cruzar a otro local que está lleno de chucherías y cosas, que hacen la vida más
linda y positiva. Me compro otra muñequita, pero esta vez, la más grande,
vestida de verde, muy oriental, para colgar en mi lámpara del living. Me
encantan esos detalles.
Terminamos ese rico té y el café disponiéndonos
a irnos a casa… pero pasamos por el puestito de plantas y el negocio de cosas
orgánicas y ahí hacemos un alto. Veo un cactus que no lo tengo, qué raro...jaja,
siempre estoy diciendo “no voy a comprar más cactus, tengo muchos”, pero cada
dos por tres alguno me hace cambiar de opinión. Compramos una Pasionaria y otro
cactus como ese para la mamá de él.
Volvemos a casa cargados, él un poco
cansado, pero le puso garra.
Limpio mis piedras con Reiky, bostezo un
poco, ya están limpias. Abro mis libros de cristales, en especial uno y
milagrosamente, intuitivamente, vuelvo a corrobar que fui guiada para encontrar
los cristales que estaba necesitando justo ahora para él. Me emociono, no puedo
terminar de leer, se me quiebra la voz, le diga que lo lea él… Le traigo una bolsita
para las piedras y las cuelgo en su pecho.
No dejo de sorprenderme y emocionarme
cuando mis aliados y el Universo están ahí, presentes justo cuando los
necesito. Mi ser siente mucho agradecimiento, no estoy sola en esto.
Por Fernanda Castorani Vitale